La pregunta más común para el usuario a la hora de contratar un seguro es si le respetarán la bonificación que tenía acumulada en su compañía de seguros anterior.
No tenga en cuenta este aspecto, cuando analice las diferencias de una aseguradora a otra, piense:
Importe que pago ahora mismo, y precio que voy a pagar en la nueva compañía de seguros (comparador de precio de seguros )
Coberturas que me ofrece una aseguradora y otra (comparador de calidad )
Cuando ya se tiene claro cada uno de estos dos apartados, investigue el sistema de bonificación.
Referente al mundo de las bonificaciones hay que tener en cuenta muchos matices, todos importantes, incluso más que si nos mantuvieran o no la bonificación, por lo que vamos a explicar los siguientes aspectos:
Concepto y origen
Sistema bonus-malus
Sistema de bonificación
Sistema de penalización
Respeto de las bonificaciones
Conclusiones
Desglose de la prima y como se aplica la bonificación
1.- Concepto y origen
El concepto inicial de este procedimiento no es otro que poder particularizar el precio final a pagar por un seguro en cada conductor, en función de su historial de accidentes o siniestros. Es evidente que no es justo que todos paguen lo mismo si todos los conductores no son iguales de "conflictivos".
Por este motivo las compañías diseñaron este sistema basado en la accidentalidad de los asegurados, para premiar/castigar a los conductores.
Incluso se creó un fichero llamado SINCO, donde todas las aseguradoras declaran los accidentes de sus asegurados con el objetivo de poder ver como de bueno, o malo, es un conductor. Por eso cuando va a pedir precio de un seguro tiene que facilitar el DNI, número de póliza y matrícula del coche.
2.- Sistema Bonus-Malus
Al observar el sistema por el cual las aseguradoras aplican bonificaciones y penalizan (sistema bonus-malus), hay varias zonas distintas a tener en cuenta:
Una zona neutra, es decir, zona donde ni se aplica bonificaciones ni recargos sobre la tarifa normal.
Zona de "buenos", donde se muestra como va a evolucionar la prima a pagar si el asegurado es buen conductor.
Zona de "malos", donde se muestran la evolución de la prima si el asegurado es mal conductor.
Lo normal es que haya niveles de descuento (bonificación) o incremento (penalización) que se aplican sobre la póliza a pagar. Normalmente se muestran como porcentaje, y la variación entre unos y otros es de un 5% o un 10%. De esta manera, por cada año sin dar ningún parte como culpable de siniestro, el descuento será mayor, del 0% al 10%, al 20%, etc., e igualmente, cuando el usuario realice partes de accidente culpables, el descuento será menor: del 30% al 20%, etc. Evidentemente, estos tramos o niveles son diferentes de una compañía de seguros a otra.
Aunque en la "zona de malos" existe grandes diferencias entre las aseguradoras, creemos que no es precisa ninguna explicación acerca de este asunto, ya que si ocurre que en la póliza, por ejemplo, sobre la tarifa base se aplica un recargo del 30%, lo más normal es que el asegurado busque otra compañía, ya que el precio sería demasiado alto; Además, en la forma en que evoluciona este mundo hoy en día, es lógico que la compañía no renueve la póliza de aquellos asegurados que no demuestran ser buenos conductores.
La "zona neutra" es aquella donde no se aplican ni bonificaciones ni recargos, es decir, 0% de bonificación. Esta es la zona donde normalmente comienzan todos los usuarios, pues es la que se aplica cuando el usuario no trae bonificación de otra aseguradora, o bien no puede demostrarla, o se ha ido de otra por mal conductor, etc.
Sin duda, la "zona de bonificación" es la más interesante, y la que vamos a explicar a continuación en sus diferentes aspectos.
3.- Sistema de bonificación
Para analizar correctamente el sistema de bonificación hay que centrarse en varios aspectos muy importantes, que son:
¿Cual es la bonificación más alta? Este tope máximo suele comprender desde el 40% hasta el 65% de bonificación. Como es lógico, será mejor cuanto mayor sea la posible bonificación, ya que significa que la prima que se tiene que pagar es mas baja. Pero se debe de tener muy en cuenta que hay aseguradoras en las que si el seguro es a todo riesgo, aplican una bonificación máxima (por ejemplo del 60%), y si es a terceros aplican otra diferente (por ejemplo el 30%). Este aspecto es muy importante conocerlo, porque en la vida del automóvil, lo normal es tenerlo a todo riesgo durante los primeros años, y luego pasar a un seguro a terceros. De esta manera, es posible que esa bonificación máxima sirviera para escoger la compañía en el momento de asegurar el coche, pero al cabo de unos años, al cambiar a una póliza a terceros, la bonificación baja mucho. Y este aspecto afecta cuando se cambie de vehículo, ya que el usuario no partirá de, supongamos, ese 60% de inicio, sino del 30% de la póliza que tenía a terceros.
¿Cuantos años son necesarios para conseguir la bonificación más alta? Si las aseguradoras anuncian a "bombo y platillo" cual es la máxima bonificación, pocas dicen cuantos son los años necesarios para alcanzarla. Existe la posibilidad de que una compañía ofrezca un valor muy alto de bonificación máxima, pero con el problema de que sean necesarios muchos años para alcanzarla. En la práctica, hay de todo, desde aseguradoras en las que es necesario 5/6 años para lograr una bonificación del 50%, a otras en las que se emplean 10/12 o incluso ¡20 años! en conseguir ese mismo 50%. Hay desde aseguradoras que trabajan a intervalos de 10%, a las que van a intervalos de 2/3%, u otras que utilizan otros sistemas.
¿Sobre que coberturas se aplica la bonificación? Es importante saber si la bonificación se aplica a todas o solo a unas determinadas coberturas. De nada sirve que anuncien una bonificación del 60%, si esta sólo se va a producir sobre una/s determinadas coberturas, dejando el resto sin bonificación (que casualmente serán las mas caras de contratar). Para eso, es preferible tener menos bonificación, pero que se aplique a todo.
Por este motivo, al comprobar el sistema de bonificación de una aseguradora, no hay que conformarse con la típica frase de "hasta un 60% de bonificación", sino que hay que considerar si vale igual para todo riesgo o a terceros, y sobre todo, los años en alcanzar el máximo, y si se aplica o no a todas las coberturas.
4.- Sistema de penalización
Aún estando en la zona de los buenos conductores (con bonificación), nadie está libre de tener un siniestro. Al recurrir al seguro para que cubra los daños que se han producido en un accidente (a uno mismo o a otros) el seguro responderá, pero ocurrirá que, al siguiente año, la prima a pagar se verá aumentada, por la variación en las condiciones de bonificación o recargo que disfrutaba el usuario. De este modo, es necesario conocer el sistema de penalización de la aseguradora, para lo que hay que observar los siguientes apartados:
¿Cuál es la penalización por cada parte cuando el usuario sea culpable? Las aseguradoras suelen anunciar el excelente sistema de bonificación que tienen, pero por regla general, no comentan nada sobre el sistema de penalización. Y muchas veces esto esconde sistemas que benefician siempre a la aseguradora. Puede ocurrir que con un sólo parte dado se desciendan dos o tres niveles de bonificación (cuando para conseguirlos seguramente se emplearon tres o más años), incluso que se pierda toda la bonificación, o que no se pierda nada. Es decir, hay que mirar detenidamente la letra pequeña, ya que ¿quién no ha dado o está exento de dar un parte nunca? Incluso se puede dar el caso de que dando más de una cierta cantidad de partes (por ejemplo tres) al año siguiente la compañía de seguros no quiera renovar la póliza al usuario.
¿Penalizan por todos los partes que se dan? Una póliza contiene diferentes coberturas, por ejemplo: robo, incendio, asistencia en viaje, defensa jurídica, etc. Hay aseguradoras que sólo penalizan en los partes de daños a terceros o daños propios, pero también hay otras que penalizan por todo, desde solicitar una grúa hasta dar un parte por lunas.
¿Repercute en toda la bonificación o solo a una parte? Un ejemplo claro para explicarlo: se rompe una luna del vehículo y el usuario presenta un parte a su compañía de seguros. Se supone que disfruta de una bonificación del 20%. Analicemos dos posibles formas de penalizar:
La compañía A tiene su política de que dicho parte afecta a toda la póliza, con lo cual al año siguiente aplica la penalización y la bonificación se rebaja al 10%.
La compañía B tiene la política de dividir las coberturas en dos o mas conceptos diferentes, de tal manera que en el concepto 1 entra las lunas, pero en el concepto 2, no están incluidas. Así pues, al año siguiente, en el concepto 1 la bonificación habrá bajado al 10%, ya que las lunas entraban en ese apartado, pero en el concepto 2 se mantendrá (y aumentará un nivel) la bonificación, que llegaría al 30%, ya que las lunas no entraban en ese apartado.
Es evidente que en una aseguradora el usuario sale más perjudicado que en la otra.
5.- Respetar las bonificaciones
Trascurridos varios años con un mismo coche y por lo tanto, con un seguro de vehículos, el usuario va acumulando bonificaciones. Si desde el primer día se mantiene en una aseguradora, sin cambiar (por buen trato, buen precio, etc.), lo habitual es que al final alcance la bonificación superior.
Pero también puede ocurrir que el usuario quiera cambiar a otra aseguradora, o de coche, caso en el que hay que preguntarse:
¿La nueva aseguradora mantiene las bonificaciones obtenidas? Pues depende: hay compañías que sí que respetan la bonificación, sea cual sea la que uno tenga y siempre que no sea más alta que la máxima bonificación que aplica la nueva compañía. Hay otras que no la respetan, en las que no aplican su máxima bonificación a clientes nuevos, y fijan un tope máximo para empezar. Por ejemplo, si en la actual compañía se ha conseguido el 40% de bonificación y el usuario se cambia a otra, puede que esta nueva aseguradora sólo ofrezca a los nuevos clientes un máximo del 20%. En cualquier caso, al cambiar de compañía no hay que mirar principalmente la bonificación que ofrece, sino el precio que hay que pagar por el servicio que tiene; si es bueno, y además la bonificación es pequeña al comienzo, será una situación muy buena, pues se podrán conseguir aún mas bonificación y mejor precio.
Si se cambia de automóvil ¿respetan la bonificación? Por regla general, si solo se cambia el automóvil todas las compañías respetan la bonificación (no conocemos caso que no lo respeten). Y esto en sí es lógico, ya que no cambia el riesgo que uno asegura, pues el conductor es el mismo, con la misma edad y la misma experiencia de conducción.
Al comprar un segundo vehículo ¿que bonificación nos aplicarán? Esto es otro concepto que no tiene una respuesta uniforme. Hay aseguradoras que obligan a empezar de cero, y otras, en atención a la fidelidad y confianza en la compañía, aplican de entrada bonificaciones, todas o parte de las que ya tenía el usuario, y otras que aplican la misma bonificación que teníamos en el otro automóvil.
6.- Conclusiones
Cuando se compruebe el apartado de las bonificaciones en la letra pequeña, tanto o más importante es saber cual es la bonificación más alta como saber los niveles para conseguirla (años en obtenerla), y además, distinguir cuales son los partes que penalizan y conocer el sistema de penalización. No olvidando si es posible conseguir la misma y máxima bonificación tanto si es un seguro a todo riesgo como a terceros.
De esta manera, una bonificación del 40-60% no es buena si a la hora de la verdad se necesitan demasiados años para conseguirla, o si hay penalización por todos los partes, y además por cada penalización la bonificación baja algunos tramos de una vez.
Por último, es muy importante saber si al dar un parte se eliminará toda la bonificación, o si solo afectará a la cobertura afectada del parte dado.
7.- "Desglose" de la prima, y como se aplica la bonificación
Como apartado final, es preciso explicar un aspecto que normalmente pasa desapercibido, y es sobre qué aspectos se hace la bonificación.
La mayoría de las personas suelen pensar que la bonificación afecta a toda la póliza, cuando en realidad no es así, ya que la prima de la póliza consta de:
Dinero destinado a pagar por las coberturas contratadas.
Dinero destinado a pagar al Consorcio de Compensación de seguros
Dinero destinado a pagar por impuestos.
Pues bien, ni los impuestos ni el Consorcio aceptan bonificaciones, es decir, que sobre esos conceptos no hay rebaja en el precio. Por lo que la bonificación se aplica solamente al dinero a pagar por las coberturas contratadas de la compañía, eso sí, siempre en caso de que se aplique bonificación a todas las coberturas, que no siempre es así.
El dinero que se destina al Consorcio de Compensación de Seguros vale para que puedan cubrir riesgos especiales que ninguna póliza de seguros cubre, como por ejemplo los relacionados con desastres naturales (inundaciones, etc.), y también se destina a pagar los siniestros de personas insolventes sin seguro.